En esta peregrinación, partiremos desde Lhasa, cruzando la parte central de Tibet y yendo sobre los picos Himalayas hasta bajar al valle de Katmandú. Según vayamos siguiendo rutas que tantos otros peregrinos han seguido a través de los siglos, subiremos a parajes montañosos deteniéndonos, por supuesto, a colocar banderines que transporten nuestras oraciones y aspiraciones tan lejos como sea posible, como es la costumbre en Tibet. Seguiremos las huellas de tantos otros peregrinos que han ido antes que nosotros, pasando por lugares empinados, y por laderas montañosas en donde seguramente meditadores en el pasado han practicado en aislamiento. Veremos lagos azules maravillosos y valles que alojan a los nómadas de Tibet y a los rebaños de yaks. Aquí algunas muestras de estos parajes maravillosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario